El estrés durante el desempleo.

El desempleo, también conocido como paro, es la situación en la que se encuentran las personas que teniendo edad, capacidad y deseo de trabajar no ocupan ni pueden conseguir un puesto de trabajo. Cuando el desempleo es de larga duración produce estrés. Este malestar surge de la incertidumbre de futuro, cuando no sabes en qué momento finalizará esta etapa. Este estrés se agudiza cuando la persona envía muchos currículums y recibe pocas respuestas, cuando realiza entrevistas de trabajo y no llaman…

El estrés del desempleado está vinculado al cambio en el estilo de vida de la persona (cuando cambian los horarios, las rutinas, etc.), con el miedo al futuro y a la angustia económica. Además, durante el tiempo en que la persona está desempleada, va disminuyendo su autoestima y causando pensamientos cada vez más negativos, que vinculados con el estrés, hace que se vea un futuro poco esperanzador.

El estrés en el desempleado surge de la vulnerabilidad y el miedo a la mala suerte, además, éste también comienza a sentir impotencia ya que está invirtiendo su tiempo y esfuerzo en algo que ve que no llega.

Esta persona se hace cada vez más insegura, el miedo de no saber qué vendrá, ni cuando vendrá, hace que la persona se acobarde y piense que ya no es capaz de realizar el trabajo que antes realizaba.

Pero es muy importante que esto no pase, la persona desempleada debe pensar que el que hoy tiene éxito, quizás en un pasado fracasó, pero que supo aprender de sus experiencias y volver a intentarlo. Cuando una persona está en paro, no debe olvidar varias cosas:

  1. Aceptar la realidad. En vez de insistir en la pérdida de empleo, trata de aceptar la situación. Cuanto antes lo hagas, antes podrás continuar con la siguiente fase de tu vida.
  2. No rendirte. Es muy importante que durante esta etapa no baje tu autoestima, debes tener confianza en ti mismo cuando estés buscando un nuevo trabajo. Desafía los pensamientos negativos que pasen por tu cabeza.
  3. Abrir tu mente a nuevos caminos. Si no encuentras trabajo en el sector en el que has estado trabajando todo este tiempo, prueba otros, no debes tener miedo a nuevas experiencias.
  4. Mantente distraído. Realiza alguna actividad, algún deporte… algo que te quite tiempo para pensar y hundirte más aún.
  5. Busca apoyo psicológico, esto es muy importante cuando se está en esta situación. Rodéate de personas que te apoyen, que te hagan ver las cosas de otra manera, que te ayuden a salir adelante en esta etapa.

La confianza en ti mismo, la autoestima alta y las ganas, harán que todo sea más fácil a la hora de buscar un nuevo trabajo. Recuerda no perder nunca la esperanza, ni pensar en negativo, pues una persona que tiene pensamientos positivos, ilusión y motivación puede con todo lo que se le ponga por delante.