El inconsciente

Hoy nos vamos a ocupar de un aspecto de la mente humana que se presenta como algo desconocido y a la vez enigmático y que se le denomina como el inconsciente de la mente. Para ello, lo primero que habría que hacer sería definir cuáles son los componentes de la mente.

Está aceptado científicamente que la mente humana se compone de dos partes principales: una parte es lo que llamamos el consciente de la mente, esta es la parte de nuestra mente que todos utilizamos para llevar nuestra vida adelante, es la parte que piensa, que razona, que presta atención, que memoriza, que analiza las situaciones, que toma decisiones, que acepta unas cosas y rechaza otras, etc. Pero se da la particularidad que ocupa sólo el 10% nuestra mente, una pequeña parte de ella. El 90% restante es lo que llamamos el inconsciente de la mente, una parte muy poderosa sin duda; por lo tanto, podría decirse que quien realmente gobierna nuestra vida es el inconsciente, que es almacén de todas nuestras emociones y de lo que llamamos “programas” que se activan en función de las necesidades y la demanda del medio ambiente. Podríamos decir que es como un ordenador que se programa en función de cómo nosotros pensamos y de cómo actuamos, por lo que, cualquier cosa que hagamos o pensemos un número determinado de veces, queda grabado en nuestro inconsciente como un “programa” listo para ejecutarse cuando lo necesitemos. Como decía Jung, “Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, éste seguirá dirigiendo tu vida, y Tú lo llamaras destino…

El inconsciente siempre busca la supervivencia del individuo, y se encarga de mantener nuestras funciones fisiológicas sin que nosotros de forma consciente mandemos ninguna orden. Como respirar, hacer la digestión, que los riñones filtren, que el corazón lata…entre otras funciones. El inconsciente busca cubrir todas nuestras necesidades para asegurar nuestra supervivencia y para ello se encarga de grabar y guardar todo lo que vivimos por insignificante que sea; de esta manera descarga al consciente de trabajo para realizar sus funciones y que no se bloquee por una sobrecarga de actividad.

Cuando enfermamos, cada síntoma trae consigo un potente mensaje del inconsciente tratando de que tomemos conciencia de algo importante para nosotros en ese momento, tratando de ayudarnos a ver algo que hemos pasado por alto, algo que duele porque nos falta coherencia entre lo que sentimos y lo que hacemos… y el cuerpo en este sentido habla de forma muy clara.

CARACTERISTICAS DEL INCOSCIENTE:

1.- EL OTRO NO EXISTE: Para el inconsciente todo es uno, todo es “YO”. Todo lo que vemos en los demás son proyecciones que hacemos de nuestras propias necesidades, podemos decir que reflejamos en los otros sobre todo aquello que menos nos gusta de nosotros, lo que llamamos la sombra. Es gracias a esas proyecciones cuando podemos tomar conciencia de esas partes nuestras que necesitamos sanar. Por tanto lo que vemos fuera siempre es un espejo de lo que tenemos dentro. Por eso muchas veces si empatizamos en extremo con alguien que sufre, el inconsciente entenderá que ese sufrimiento es nuestro… Porque para él solo existimos nosotros…

Otro ejemplo podría ser, cuando estamos viendo una película en la que ocurren situaciones dramáticas, o cargadas de emoción y nosotros también nos emocionamos… nuestra mente consciente sabe que una película no es más que una proyección de luces y sombras y que realmente no está sucediendo nada terrible, pero en ese momento nos estamos dejando llevar por el inconsciente y las emociones que contiene y,  como consecuencia de ello, incluso podemos llorar… de tal forma que esas emociones que se transmiten a través de la pantalla las vivimos como si fueran nuestras.

2.- TODO ES REAL: Para el inconsciente lo real, lo simbólico o lo imaginario siempre es REAL. Imaginad que cogéis un limón, y que os lo ponéis en la boca… Automáticamente las glándulas salivares van a empezar a segregar más saliva aunque realmente no tenemos ningún limón, ni nos lo estamos acercando a la boca…pero solo por el hecho de imaginarlo el inconsciente lo va a vivir como REAL.

3.- ES INOCENTE: El inconsciente simplemente va a ofrecer la mejor solución y la más adecuada para nuestra supervivencia y equilibrio. No realiza juicios, no etiqueta nada como bueno o malo, ni tan siquiera nuestros actos.

Si por ejemplo nos mordió un perro hace un tiempo, o mucho tiempo… Todo lo que vivimos y sentimos en ese momento se ha quedado grabado en el inconsciente, incluso la temperatura del ambiente, los ruidos, los olores… todo lo que parece imperceptible para la mente consciente, será grabado y guardado por el inconsciente para ayudarnos a sobrevivir. De tal manera que si nos volemos a encontrar con un perro en circunstancias parecidas a las que vivimos cuando nos mordió el anterior, el inconsciente no juzgará si este nuevo perro es bueno o es malo, el solo buscará nuestra supervivencia y en ese momento nos va a poner en estrés y va a buscar una solución y esta no va a ser ni buena ni mala, va a ser adaptativa, va a ser la que me va a permitir sobrevivir. Porque el inconsciente NO RAZONA, sólo REACCIONA.

4.- ES ATEMPORAL: Para el inconsciente no hay pasado ni futuro, todo es PRESENTE.

De hecho si te pones a pensar en algo que te ocurrió hace un tiempo, o incluso hace décadas, y empiezas a revivir ese recuerdo, puedes llegar a sentir lo mismo que sentiste en ese momento, ya sea una sensación agradable o desagradable, pero lo vas a vivir como si fuera ahora.

Esta característica del inconsciente nos permite, mediante la técnica de la Hipnosis Clínica, poder acceder a esa parte de nuestra mente para poder desaprender o desprogramar un impacto emocional experimentado en un espacio-tiempo diferente. A través de la hipnosis y el recuerdo de la situación podemos acceder a la emoción congelada en el tiempo, algo que ocurrió incluso mucho tiempo atrás, revivirlo y poder transformar esta experiencia traumática, sacando el verdadero resentir de una emoción a la que llamamos oculta. Lo mismo ocurre si estamos preocupados por temas de futuro, y no paramos de darle vueltas en la cabeza a algo que puede pasar o no… El inconsciente lo está viviendo como si nos estuviera pasando AHORA … De ahí muchos casos de ansiedad, cuyo origen está en pensar en situaciones futuras con miedo a lo que pueda suceder, y aunque es algo que solo existe en nuestra mente, el inconsciente lo está viviendo como si fuera REAL y en PRESENTE, por eso se desencadenan esos síntomas corporales que nos hacen sentir mal, porque para él todo es REAL y entra en ansiedad, enviando una orden de huida para nuestra propia supervivencia, entonces nuestro pulso se acelera, nuestra respiración se agita, incluso podemos sentir que nos cuesta respirar debido a la hiperventilación que tenemos….En esos momentos sería bueno detenernos, y empezar a hacer “respiraciones conscientes”, si es posible que sean abdominales… llenando el abdomen cada vez que inspiramos y soltando el aire lentamente, y focalizando toda nuestra atención solo en la respiración… Eso nos llevara al presente y la ansiedad empezará a disminuir.